Como hemos descrito en alguna entrada, nuestra primera experiencia en pareja por el mundo combinada con el trabajo, fue una beca que concedieron a Eli para trabajar en una escuela de un pueblo remoto de Dinamarca, llamado Hårlev. Estas becas las concedieron hasta el año 2014, eran las llamadas “Comenius” y te daba la oportunidad de trabajar en algún país de la Unión Europea como ayudante en las aulas. Actualmente estas becas han cambiado y están dentro del programa Erasmus +. Dan muchas oportunidades a los estudiantes y a los docentes, para más información visita su página http://www.oapee.es/oapee/inicio/ErasmusPlus.html.
Durante esa experiencia tuvimos la oportunidad de conocer otra cultura, mejorar nuestro inglés y conocer un sistema educativo parecido al de Finlandia. Vamos por partes:
Una de las ventajas de estos programas es que normalmente el centro dispone de alguien que se encarga de los asuntos relacionados con estos programas internacionales y se preocupan para facilitarte tu llegada. En nuestro caso, este encargado acabó siendo nuestro amigo, Jan, el cual nos vino a buscar al aeropuerto nada más llegar y que además venía con su amigo Peter, un auténtico danés que nos acogió en su casa durante los primeros días. Estos primeros días, como cualquier adaptación, fueron ajetreados ya que aún no disponíamos de la que sería nuestra futura casa y que afortunadamente ya se había encargado Jan de buscárnosla. Gracias a nuestro amigo Peter, al bar que tenía en el jardín de su casita, y sus conversaciones siempre acompañadas de buena bebida, tuvimos una estancia que nunca olvidaremos. Aun así duró poco ya que enseguida pudimos instalarnos en nuestro hogar.

El hecho de vivir alejados de la ciudad nos dificultó bastante las cosas, ya que los primeros días solo disponíamos de dos bicicletas que nos había prestado Peter, con las que íbamos a hacer la compra, íbamos al colegio, etc. Aun así eran unas distancias demasiado largas para hacerlas cada día por lo que la familia de Eli decidió venir a visitarnos con el gran detalle de coger el coche de Eli y hacer una excursión cruzando Europa.
Si alguien está interesado en participar en el programa Erasmus + para docentes, debe tener en cuenta que no será un trabajo de muchas horas, no tendrás muchas responsabilidades y el sueldo está más o menos bien. La entidad financiera es OAPEE (Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos), nunca es ni el mismo centro ni el gobierno del mismo país. A Eli le pagaban 1200 euros al mes y trabajaba un total de 12 horas por semana, hecho que nos permitió compaginarlo con nuestros estudios a distancia, y con el curso de meditación que empezamos, el cual en un futuro nos dio la oportunidad de viajar a Tailandia. En referencia al trabajo en la escuela, Eli no tenía una función concreta sino que rotaba por diferentes clases con otros profesores/as para ayudarles y de vez en cuando daba clases en español o de algún aspecto relacionado con nuestra cultura, incluso tenía libertad para llevar a cabo nuevos proyectos en la escuela, como por ejemplo, la aproximación de la meditación en
las aulas para mejorar el rendimiento de los alumnos. El objetivo de estas becas o programas, es el intercambio cultural entre el docente y el centro, por lo que intentan que el enriquecimiento sea mutuo.


Durante nuestra estancia, tuvimos la oportunidad de visitar el país, visitar Suecia (a 3 horas de nuestro pueblo), y hacer muchas visitas a la gran capital, Copenhague. Esta ciudad nos encantó, no solo por sus paisajes pintorescos, sino por la gran cantidad de actividades que ofrece, su multiculturalidad, y sobre todo, por un sitio tan peculiar como es Christiania.

La Ciudad libre de Christiania es un barrio parcialmente autogobernado, en el cual viven unas 850 personas. Se encuentra en el barrio de Christianshavn, cerca del centro de Copenhage. Parece ser que Christiania es una comunidad que se autoproclamó independiente del Estado danés, incluso de Europa. Dentro de la comunidad, está prohibido el uso de cámaras ya que allí se venden cosas que fuera de la comunidad estarían totalmente prohibidas. Se pueden contratar visitas guiadas por el barrio de Christiania, actualmente de mucho interés turístico por su encanto, sus tiendas de ropa, su artesanía y sobre todo por el precio de las bebidas y alimentos (casi un 50% más baratos que en otras partes de la ciudad debido a que no hay impuestos). Al salir por la entrada principal de la ciudad de Christiania se puede leer «You’re now entering the EU» («Está usted entrando en la UE»), ya que los habitantes de Christiania no se consideran pertenecientes a la Unión Europea.
Antes de terminar esta entrada, queremos agradecer a aquellas personas que hicieron que nuestro año en Dinamarca fuera más fácil y memorable: Jan, Peter, Michael, Ana, Andreas, Victor, Charlotte, Birguitte, Klaus, Hanne, Daniel. Gracias!